lunes, 11 de abril de 2016

"Nuevos horizontes", Domingo 10 abril 2016, Lleida.

Jornada de domingo con la llegada de un frente durante la madrugada y la posibilidad de algunos chubascos tormentosos de carácter pre-frontal durante la tarde. Las zonas afectadas, sobre todo la mitad norte de Aragón y en menor medida, zonas próximas.
A unos 10km al Este de Lleida decidí parar y esperar que se acercase una tormenta que había dejado algo de actividad 20km al Oeste pero que desgraciadamente ya había perdido fuerza. Otro núcleo descargaba en Alcañiz con bastante actividad y parecía que su trayectoria pasaba por Lleida. El lugar donde me encontraba era una maravilla. Elevado sobre la plana de Lleida y con una gran visibilidad. Conocía el lugar pero nunca había tenido la ocasión de vivir una tormenta en ese lugar ya que el acceso es muy complicado.
Mientras el Sol caía tras el horizonte la tormenta de Alcañiz se aproximaba pero también perdía fuerza. Una lástima, pero ya se veía venir. Tampoco tenía muchas esperanzas de pillar algo interesante durante la tarde y la apuesta era para la franja entre las 21 y las 01h aproximadamente. Pero saltó la sorpresa. El núcleo que venía e Alcañiz se reactivaba al pasar muy cerca de Lleida al Oeste y dejaba concretamente 3 descargas. La primera no me la esperaba y las otras dos quedaron fuera de encuadre debido a la velocidad que llevaba la tormenta y a que las descargas estaban espaciadas varios minutos.
Ya en plena noche el cielo presentaba el aspecto típico primaveral. Nubes compactas entre las cuales se veía el cielo con una claridad absoluta. Pero se iba tapando cada vez más sobre mi vertical. A las 23h comenzaban las primeras gotas aunque yo seguía intentándolo con el núcleo que había dejado las descargas. Minutos depues tenía que retirar las cámaras porque la lluvia ya era demasiado intensa y con gotas gordas. Estaba claro que si el núcleo que tenía encima se activaba lo haría inminentemente. Y así fue. El problema es que tenía que desplazarme unos metros para tener horizonte despejado en esa dirección. Mientras me movía cayeron un par de descargas más y finalmente pude poner la cámara y capturar la última que además fue "in extremis". En el primer disparo conseguía el primer rayo de abril.

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La tormenta ya inactiva se alejó a gran velocidad y viendo que se formaban nuevos núcleos entre Zaragoza y Lleida decidí volver a la zona del mirador con vistas al Oeste. No había ni apagado el motor del coche cuando vi un destello lejano, poca cosa. Aun así puse la cámara y en los siguientes minutos cayeron otras 3 descargas. Las dos primeras muy alejadas del encuadre a la derecha, y es que nuevamente la velocidad de la tormenta y la baja frecuencia de descargas me complicaban seguir la zona "caliente". Pero a la tercera lo conseguí. Estaba trabajando a 200mm de zoom en APSC y aunque la descarga era aceptable me fastidiaba no haber capturado la anterior, ya que fueron dos CG más potentes y ramificados que este.

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Y nuevamente perdía intensidad y desaparecía la actividad. Prácticamente eran las 00h y parecía que la inestabilidad abandonaba el Oeste y se quedaba más al Este y Norte. Por la radio escuchaban muchas descargas procedentes del Pirineo de Huesca y sobre todo del SO de Francia. Sobre la 1 ponía rumbo a casa y media hora después, llegando a La Panadella, me di cuenta de la que se había formado al N y NE de Zaragoza. Una línea de turbonada muy activa estaba descargando con fuerza y yo ya estaba a 80km de Lleida y a unos 190 de Huesca. Imposible plantearse nada aunque si hubiera tenido media hora más de paciencia en el sitio donde estuve toda la tarde, seguramente me hubiera planteado un acercamiento. Además, desde la distancia a la que estaba conseguí ver varios destellos lo cual demostraba lo limpia que estaba la atmósfera en niveles bajos. Pero ya no podía hacer nada.

Así acababa la noche para mí. Una pena por no haber estado más cerca de la tormenta buena, pero satisfecho por haber obtenido ya los primeros rayos de abril y por algunas pruebas que pude realizar y que convenía haberlas hecho sin la presión de las grandes situaciones con la esperanza de que cuando llegue el momento no falle nada.