Los pronósticos indicaban que una zona de inestabilidad podía generar tormentas durante las primeras horas del día 19 siguiendo la línea de la costa de SO a NE a medida que avanzase la madrugada.
Tenía bastante claro que no quería alejarme mucho de Barcelona por si se llegaba a formar algo durante las últimas horas de nocturnidad. Pero sabía que por la zona de la Costa Daurada podría tener más éxito en la primera parte de la noche incluso con la posibilidad de pillar alguna manga marina. Al final acabé en Sitges. Tierra de nadie, a priori, pero era un punto que tarde o temprano debería dar sus frutos.
A media noche ya estaba en posición y desgraciadamente todo pintaba muy flojo. Sólo se veían algunos desarrollos convectivos por la zona de Tarragona. No se terminaban de consolidar pero tampoco desaparecían ni se formaban otros. Así que lo único que podía hacer era esperar. Y eso hice. Esperar, esperar y esperar... Hasta que pasados un par de minutos de las 4 de la madrugada veo el primer destello. Hacía horas que tenía los trípodes y cámaras preparadas por lo que salí rapidísimo del coche, encuadré, enfoqué y a disparar.
Entre las 4 y las 5:30h habían caído varios rayos y por momentos parecía que quería coger buen ritmo pero no. Fue a partir de entonces cuando comenzó el verdadero espectáculo que duró hasta las 6:30 aproximadamente, con varias descargas por minuto y la tormenta mucho más cerca.
Al final la tormenta se metió hacia el interior, cosa que más o menos se intuía en algunos mapas. Lo que me decepcionó es que no se acercase más hacia el Norte y que tampoco se formasen nuevos núcleos. Todo se lo llevó una única tormenta y al menos pude captar todo su desarrollo.
Para terminar, un par de vídeos. Por una parte un montaje con el timelapse de la noche, algunas imágenes y pequeños fragmentos de vídeo montados de forma consecutiva. Por otra, el video completo de los 45 minutos de mayor actividad de la tormenta.
Ya de día, después de 3h de fotos, estuve siguiendo unos nuevos desarrollos que se formaban frente a la costa N de Tarragona. Aún tenía esperanzas de pillar alguna manga marina pero un cambio de vientos acabó con toda la convección y sólo quedaron algunas nubes bajas y medias residuales.
Una noche interesante y una gran prueba de paciencia. Al final la espera tuvo su fruto.
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