Esta es una de esas noches en que los astros se alinean, y no sólo de una forma metafórica. Durante la madrugada del 28 de septiembre se produciría un eclipse total de Luna en unas condiciones que tardarán años en repetirse. Pero al margen de esta circunstancia yo valoraba la opción de tener tormentas durante la noche.
Por una parte se veía la posibilidad de cierta actividad en la zona de Lleida y por otra, se esperaba una noche interesante en la costa de Castellón y Valencia, arrancando desde el Delta del Ebro.
Me apetecía más moverme por Lleida pero me dejé influir por las opiniones de algún compañero de afición y además se me hizo tarde para llegar a tiempo a lo de Lleida. Así que todo indicaba que acabaría en el Delta sin descartar la opción de acercarme a Peñíscola o Castellón.
Había sido jornada electoral en Cataluña, así que pese a ser domingo esperaba encontrar una circulación fluida en carretera. Tenía margen de tiempo para llegar al Delta pero tampoco quería pasarme.
Sobre las 19:30h ya estaba de camino y al bajar del Ordal, con los tonos del atardecer en su máximo esplendor, comencé a ver destellos hacia el Oeste. Era una tormenta que descargaba por Lleida pero a más de 1h de camino era imposible alcanzarla. Además se regeneraban nuevos núcleos hacia el Oeste, así que en la práctica se estaba alejando. También estuve viendo algunos destellos delante de la costa Sur de Tarragona, pero no quería distraerme con cosas que pudieran comprometer la decisión de llegar al Delta. Poco antes de las 22:30h llegaba y ya no quedaba mucho de lo de Lleida ni de los destellos que iba viendo hacia el mar. Sólo se veían algunos focos de convección sobre las montañas de Els Ports i Benifassà. Dejo el timelapse a continuación aunque contiene también momentos posteriores al que acabo de describir.
"Póximamente"
Uno de esos focos alcanzaba un mayor desarrollo y dejaba las primeras descargas de la noche al N de la provincia de Castellón.
Sólo dejó esos 3 rayos y empezó a debilitarse. Una pena porque parecía que podría consolidarse una zona de tormentas pero no, habría que esperar.
Poco a poco el radar se iba animando por Peñíscola y yo ya estaba demasiado establecido como para acercarme. Así que cuando vi los primeros destellos puse una cámara hacia esa zona. Todavía no había comenzado el eclipse por lo que la Luna llena aportaba demasiada luz ambiental.
Aquí sucedió una de las tragedias de la noche. Tenía un buen encuadre con una autocaravana aparcada en la playa y sus inquilinos tenían una fogata delante. Era una estampa preciosa, que transmite mucha paz y soledad. Puesto que los rayos caían muy lejos decidí hacer un cambio de encuadre, meter más zoom y que la autocaravana tuviera más protagonismo en la escena. Y justo cuando estaba a punto de iniciar una secuencia de exposiciones cae un rayo impresionante que vi por el LCD y obviamente perdí. Esa imagen hubiera compensado el mes entero. Hay otras con encuadres similares pero la magnitud de las descargas ni se acerca a lo que hubiera sido esta. Pero bueno, la noche seguía al margen de las lamentaciones. Iban cayendo rayos lejanos en una zona bastante amplia y las tormentas se movían constantemente por lo que no podía descuidarme ni 5 minutos.
No estaba siendo una gran noche, la verdad. Ya eran casi las 3 y desde las 23h no había tenido un respiro. A duras penas acumulaba 5 minutos sentado. Además los mosquitos me habían dejado seco y no paraba de darle vueltas al rayo que había perdido. Empezaba a plantearme que con la totalidad del eclipse me volvería a casa cuando empezaron a desarrollarse algunas nubes al Norte. No me lo esperaba en esa dirección y casi sin darme cuenta se me tiraron encima. Mientras seguía esos desarrollos con una cámara tuve que dirigir la otra hacia el Sur ya que nuevamente se veían rayos en esa zona.
Rápidamente se me tiró encima toda la nubosidad convectiva del Norte. Intenté hacer un timelapse pero constantemente se me salía del encuadre hasta que ya no cabía ni en el angular más extremo que tengo. La cosa se había puesto tan fea que empezaba a sentir que en cualquier momento esa tormenta podría descargar algún rayo. Estaba demasiado cerca y comenzaban a caer las primeras gotas pero decidí seguir. Hacia Castellón otra vez se reactivaba.
La tormenta se desplazó hacia el Sur y cuando volví a ver la Luna ya estaba a más del 60% cubierta. Al menos vería el eclipse...
Los siguientes minutos merecen un capítulo a parte porque no sé cómo no me explotó la cabeza. La nube que me había pasado por encima seguía teniendo buena pinta en su desplazamiento al Sur y la Luna se iba acercando al momento de la totalidad. Puse una cámara a máximo zoom hacia la Luna para intentar capturar suficientes imágenes para un timelapse, algo absurdo si no se acompaña del resto del evento. Con la otra cámara no sabía si centrarme en la nube o meter la Luna en el encuadre, en horizontal o en vertical... No paraba de hacer pruebas y cambios y no me decidía. La Luna estaba muy alta en el horizonte y me quedaba muy justa con el 17-50 a 17mm en horizontal. En vertical cortaba parte de la tormenta. Y con el 10-20 tampoco me fio porque después de un golpe durante la tormenta del 31 de julio parece que la nitidez se resiente en las esquinas. Acabé apostando por 17mm en horizontal y a las 4:40h la tormenta despierta. Primero fueron algunos destellos tenues pero conforme se acercaba la hora del máximo del eclipse, a las 4:47h, cada vez eran más luminosos.
Y llegó el momento cumbre del eclipse y a lo difícil de la alineación de los astros se unió la tormenta. 4:47h
Ya que tenía el momentazo con la luna roja en la esquina, decidí cambiar de encuadre y centrarme en la tormenta para sacarla con más detalle. No era muy activa ni muy grande pero las sensaciones que me produjo en combinación con el eclipse son indescriptibles. Estaba disfrutando a lo grande. Casi eran las 5.
Al final la tormenta fue perdiendo fuerza y alejándose. Había durado lo justo para darme una imagen irrepetible. La suerte había jugado un papel fundamental. Cuando el eclipse empezaba apenas acumulaba unas pocas fotos que tampoco eran nada excepcional y al nublarse de la forma que lo hizo pensaba que ni si quiera podría disfrutar de este acontecimiento. Una hora después conseguía algo que ni me increíble.
Creo que no hace falta más reflexión sobre lo que fue una noche inolvidable y sobre todo una auténtica montaña rusa emocional entre expectativas, decepciones y sorpresas. Era exactamente lo que necesitaba para una noche así. Podría pasar toda mi vida intentando meter una tormenta en el encuadre de un eclipse y en el momento de la totalidad, y no lo conseguiría pero en esta ocasión la suerte se acabó poniendo de cara y las oportunidades hay que aprovecharlas. Con eso me quedo.
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