Uno de esos muchos días que se forman tormentas en el Mediterráneo entre Baleares y la península. La noche no tuvo mucha historia. Pocos rayos y la tormenta muy lejana, pero no pude resistirme a quedarme durmiendo en casa.
Entre las 4 y las 6 de la madrugada estuve en la desembocadura del rio Besós intentando capturar alguno de los rayos en la distancia. Pese a que la tormenta no era muy activa las descargas se producían en una zona bastante limitada y eso me permitió cierta sencillez en el trabajo. Mientras tanto, con la segunda cámara capturaba imágenes a intervalos con la intención de montar un timelapse hasta el amanecer. Y este es el resultado.
En cuanto a las imágenes, tampoco hay nada muy excepcional y la distancia además de mi posición junto al mar tiene cierta influencia negativa en el resultado pero, siendo sincero, me esperaba menos.
Otra caza de tormentas rápida. Llegar, montar el equipo, un par de horas y a casa. No me puedo quejar aunque todo es mejorable. Y la oportunidad no tardaría en llegar.
La misma noche del 17 se concentraba de golpe una bestial actividad en la zona de la Costa Brava. Parecía mentira para lo poco que se esperaba en esa zona viendo los mapas y previsiones. Pero el espectáculo que allí tuvieron debió valer mucho la pena. A mí las ironías del destino me llevaron por la zona del Alt Penedés y concretamente a un mirador cerca del cementerio de Les Gunyoles d'Avinyonet. Era la primera vez que iba a ese lugar y podría haber sido un sitio ideal si la meteorología hubiera colaborado. Pero me encontré en un lugar con buenas vistas al Norte y Oeste, por donde se movería la tormenta que pretendía cazar. El problema es que llegué muy pronto y por un hueco entre nubes se veía la impresionante actividad de la tormenta del Norte. Por muy buenas vistas que tuviera en ese horizonte la distancia era superior a los 150km en línea recta y la visibilidad en capas bajas era horrible, como suele ser habitual tras días calurosos y estando cerca de la costa. Así que mientras me lamentaba por no estar en la tormenta del mes comenzaba a ver que por el SO se acercaba la "mía". Llevaba poca actividad pero empezaba a intuirse algo. Las primeras imágenes revelaban una especie de estructura en abalconamiento de varios pisos.
Pero no le quedaba mucha energía a la tormenta y rápidamente comenzó a cambiar perdiendo el aspecto que inicialmente pude ver. Además me enviaron una imagen desde el lado opuesto de la tormenta y parecía mucho mejor. Poco más podía hacer...
Finalmente dejó de producir rayos y aunque aguanté un tiempo siguiendo el desplazamiento de la cortina de precipitación que aún mantenía una intensidad apreciable, acabé por recoger y poner rumbo a casa. Y qué casualidad!!! Habría recorrido 50m de camino pero todavía tenía buenas vistas cuando vi un rayo perfectamente nítido hacia donde había estado apuntando sin éxito hasta minutos antes. La gracia me costó otra media hora de fotos sin ningún resultado.
A veces un pequeño detalle marca la diferencia entre el éxito y el fracaso. Decidir ir al Norte o al Sur. Retirar la cámara o dejarla 5 minutos más. La paciencia es una gran aliada en estas situaciones igual que suele serlo la planificación en su conjunto. De la misma forma que pasaba el día 16 (reportaje anterior) un rayo puede hacer que la noche valga la pena. Y el que perdí en esta ocasión hubiera sido de los buenos. Impacto en una zona de parques eólicos con una cortina de precipitación intensa detrás. Pero quien más o menos se dedica a esto sabe que son muchas veces las que hay que volver con las manos vacías para que, de vez en cuando, se pueda obtener una recompensa mayor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario