jueves, 16 de junio de 2016

Calidad antes que cantidad, 16 junio 2016

Una noche extraña estrenando la segunda quincena de junio. No se puede decir que la situación fuese muy buena y tuve muchas dudas de salir. Cataluña quedaba en la zona de tormentas marginales de ESTOFEX mientras que en Navarra, La Rioja y la zona occidental de Aragón estaban en aviso de nivel 1 por granizo grande. A veces son estas situaciones las más productivas fotográficamente y esa reflexión me hizo decidirme.
A las 23:40h llegaba a Sant Cugat Sesgarrigues y directamente ponía una cámara hacia el SO. Una línea convectiva estaba dejando algunas descargas y lo bueno es que parecía que venía directa a mi posición. Por el contrario, muchas nubes bajas impedían ver con nitidez las descargas o la estructura. Una imagen de lo que tenía al llegar...

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Y así uno tras otro, eso si, bastante espaciados en el tiempo. Cuando empecé a ver algunos rayos entre la base de la tormenta y las montañas del horizonte puse el zoom para probar suerte y no parecía que fuese mi día. Al final desistí. Comenzaba a llover y recogí la primera cámara, la de más angular, ya que al tener un parasol muy corto las gotas se acumulan en la lente en segundos y las fotos pierden parte de su encanto. Pero me quedaba la cámara del zoom, con un parasol de 4 o 5 dedos que me suele permitir algo más de margen con la lluvia. Y fue increíble. Estaba a punto de quitar la cámara cuando cayó un rayo bastante próximo. Ya hacía rato que no veía actividad y ese fue una bestia. Rápidamente reencuadré hacia esa zona y mientras volvía a sacar la cámara del angular cayó otro. Me pilló de espaldas pero cuando vi la pantalla de la cámara no me lo podía creer. 00:12h local.

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Ahí terminó todo. Lluvia intensa, volver a guardar las cámaras rápidamente y tras un rato de espera por si se producía otra reactivación me fui a casa.

A veces es difícil valorar positivamente una noche o tarde persiguiendo tormentas. En este caso la sensación que me deja es que un solo rayo hace que el día valga la pena. Otras veces con 50 rayos lejanos entre polvo en suspensión, calimas y nubes bajas no obtengo ni una mínima parte de satisfacción. Y por eso me reafirmo en la convicción de la importancia de la calidad muy por encima de la cantidad. Obviamente cuando ambas convergen, calidad y cantidad, es lo más grande pero, ¿cuantas veces sucede?


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