Fue la primera jornada de un episodio que era un no parar. Cada tarde tormentones por el interior y norte de Cataluña. En los siguientes 10 días estuve de caza 7 de ellos. Así que no es de extrañar que entre tanto material y las palizas de tantos días seguidos con el tema, algo se me quedase en el tintero.
Aquel episodio comenzó con casi toda Cataluña en alerta por tormentas. En cuanto pude salir de Barcelona, sobre las 19:30h, me fui hacia el parque eólico de Rubió, uno de mis sitios preferidos. Llegando, sobre las 20:40h, tenía hacia el Norte una buena granizada. Hice algún timelapse y alguna panorámica mientras observaba como evolucionaba todo para posicionarme en caso de necesitar otra ubicación si se diesen tormentas una vez entrada la noche.
Pasadas las 21:30 y viendo que todo se desvanecía por la zona donde estaba, decidí acercarme hacia Lleida para ver si alguno de los núcleos que venían desde los Monegros quería reactivarse. Poco antes de las 22:30 ya estaba en Sidamon, en un puente sobre la A2 a 15km de Lleida, y casi en la primera imagen ya pillé algún rayo. Desde ese momento ya fue un no parar hasta varias horas después. Los rayos eran muy esquivos dada la situación del sistema tormentoso muy desorganizado. Caían en un rango de unos 120º desde mi posición y para meterle un poco de zoom hay que sacrificar campo. Por ello me perdí algunos de los mejores rayos de la noche, pero alguno bueno pillé. Por lo demás, viento racheado muy fuerte, bochorno y mucha humedad.
A las 23:07h tuve que recoger la cámara porque comenzaron a caer gotarrones y además el viento venía de cara hacia la cámara. Ante las dos opciones que tenía, intentar adelantarme a la tormenta para buscar otra ubicación o esperar a que pasase, decidí intentar lo primero. El radar mostraba que en la parte trasera del núcleo había demasiada precipitación tanto en intensidad como en extensión, así que no podía quedarme allí. Unos 20 minutos tardé en encontrar otra posición sin lluvia, en este caso en Anglesola, unos 27km al Este de donde estaba. Puesto que la tormenta parecía que quedaba lejos y tardaría en llegar me tomé mi tiempo en probar varios encuadres aprovechando una línea de ferrocarril muy próxima a la salida de la autovía. El resultado es este.
Sólo me duró 7 minutos el entretenimiento. La tormenta se me tiró encima otra vez y nuevamente diluvio. No recuerdo cuanto tiempo estuve consultando el radar, revisando las últimas fotos, etc..., pero en cuanto volví a la autovía no dejó de llover fuerte o muy fuerte hasta casi el límite provincial con Barcelona. Unos 23km que tardé media hora en recorrer por autovía yendo absolutamente solo. Eso da una idea de lo que llegó a caer. Recuerdo que al pasar bajo los puentes el coche pegaba un pequeño tirón al conseguir más agarre que en el resto de la calzada que estaba absolutamente inundada. A duras penas podía llegar a los 70km/h...
Al final, desde La Panadella, pasada la media noche le tiré unas cuantas imágenes más a la tormenta pero la actividad había descendido bruscamente en los minutos anteriores. Supongo que la orografía bloqueó el avance de las tormentas hacia el litoral y sólo proliferaron algunos restos soltando algunos rayos de forma cada vez más esporádica.
Y pasada una hora de la media noche ya se había quedado todo el cielo raso. Al día siguiente más alertas activas por tormentas, granizo, vientos fuertes asociados... Pero en general ya no tuve tanta suerte, las tormentas de evolución diurna no llegaban vivas al anochecer y la noche que mejor pintaba me salió todo tan mal que me volví sin nada.
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