Hacía tiempo que mi interés en las lluvias de estrellas estaba bajo mínimos. Algunas experiencias por debajo de las expectativas o coincidiendo con fases lunares que dificultaban la observación de este fenómeno no me lo estaban poniendo fácil.
Lluvias de estrellas se producen durante todo el año en mayor o menor medida y todas tienen sus características propias. La más conocida es la de las Perseidas aunque su fama viene determinada por la por la época del año en que se produce siendo su máximo entre el 11 y 13 de agosto. El hecho de que mucha gente disfruta en esas fechas de sus vacaciones, probablemente lejos de la contaminación lumínica de las ciudades, ha sido el factor más determinante para que sea tan conocida.
Para establecer una clasificación entre lluvias de estrellas se utiliza principalmente el THZ, Tasa Horaria Zenital, que define el número máximo de destellos observados. En este aspecto las Perseidas ocuparían el tercer lugar en importancia con un THZ de unos 100 que año tras año va descendiendo salvo excepciones. El segundo lugar lo ocuparían las Gemínidas, con un THZ de 120 y por último las Cuadrátidas cuya tasa sería muy similar a la de las Gemínidas. Un caso aparte es el de las Dracónidas con un THZ muy variable pero que llegó a alcanzar los 700 hace pocos años e incluso hay registros de un THZ de 10000 en el año 1933 aunque estudios más recientes ponen en duda esa información.
En el caso que ha suscitado esta entrada para terminar el año, las Gemínidas 2015, me he reencontrado con este gran espectáculo del cielo y lo he disfrutado como nunca antes en mi vida.
Todo empezaba durante los primeros días de diciembre cuando comenzaba a tener información sobre el tema. He de reconocer que tenía muy poca experiencia más allá de las Perseidas, y he aprendido muchas cosas nuevas aprovechando esta oportunidad.
Al llegar la tarde del día 11 empecé a valorar la posibilidad de hacer una salida sin muchas pretensiones. No estaba muy claro que en los siguientes días las nubes permitiesen la observación y decidí probar suerte. El lugar escogido fue Oristà, en el interior de la provincia de Barcelona y alejado de los principales núcleos de población. Las vistas al N y E eran muy buenas y estaba completamente despejado. Comencé a disparar a las 00:30h y estuve durante poco más de 2h. En ese tiempo vi un bólido espectacular y aunque tenía dudas de si había caído en el encuadre, afortunadamente lo pillé. Era la 1:44h local.
Poco después la humedad ambiental subía considerablemente y comenzaba a condensarse sobre las lentes de la cámara por lo que era imposible seguir intentándolo. La verdad es que estaba bastante satisfecho ya que en toda la noche sólo había visto 2 o 3 pequeñas y excepto una, el resto fuera de encuadre. Fue una suerte incalculable haber capturado esa. La otra que salva es esta de las 00:29h que no vi porque estaría preparando la segunda cámara.
Con las 454 exposiciones de 10seg que hice, he montado este "star trails".
Contagiado por la buena suerte de la noche anterior, el día 12 me animé para salir también. Las condiciones eran menos favorables en cuanto a cielo despejado, pero he visto bellísimas imágenes de bólidos atravesando una fina capa de nubes y no quise desperdiciar la oportunidad.
La edición de las imágenes de la noche anterior me había distraído tanto que se me hizo muy tarde. Llegué pasadas las 23h y estuve hasta las 4:30h aproximadamente. Desde la carretera de acceso al Turó de l'Home, absolutamente intransitada a esas horas, estuve disparando las dos cámaras con relativamente poca suerte. Aunque la humedad no era un problema, el viento era constante y gélido a los casi 1600m de altitud que me encontraba. Por eso, apenas podía estar un par de minutos fuera del coche tras los cuales necesitaba unos 10 para recuperar temperatura. Al final la presencia de nubes sólo fue algo anecdótico pero la suerte no estuvo de mi lado. Las mejores capturas de la noche:
La siguiente hubiera sido buena. La vi perfectamente pero en la foto quedó cortada entre disparo y disparo y sólo se ve la parte final del recorrido. Una pena.
Y algunos star trails de la noche...
Llegó la tarde del día 13, supuestamente a pocas horas del máximo THZ previsto, y no quería llegar tarde. Poco después de ocultarse el Sol ponía rumbo al mismo lugar que la noche anterior. Al llegar a la última zona de aparcamiento accesible en coche me encontré con un fotógrafo que estaba haciendo timelapses por la zona y tras hablar unos minutos la niebla lo envolvió todo. Fue curioso como en cuestión de minutos se formó una nubecilla inofensiva que acabó cubriéndolo todo de humedad. Yo aproveché el momento para bajar al punto donde había pasado la noche anterior y montar las cámaras en esa zona. Aunque era muy pronto y el radiante estaba pegado al horizonte, ya se podían ver las primeras Gemínidas y capturé una tempranera cuando uno de los vehículos que había arriba comenzaba a descender. Pasaban unos minutos de las 21h.
Nuevamente el frio era insoportable y además había algo de humedad que era lo que faltaba para no salir del coche a no ser que fuese totalmente necesario. Unas 3h después se había agotado la batería de una de las cámaras y al ir a cambiarla me di cuenta de que estaba chorreando agua. Al comprobar el estado de la otra cámara, colocada en un punto de difícil acceso y más expuesta al viento, me di cuenta que tenía la lente mojada por un lado, justo dónde el parasol impedía la incidencia del viento. Así que me metí en el coche con la calefacción al máximo para eliminar la humedad de las lentes mientras repasaba las imágenes. El resultado era desastroso. La cámara 1 había estado bien durante las 200 primeras imágenes y empañada hasta el final por lo que no había pillado ninguna Gemínida con ella. La otra cámara, más angular, había estado empañada casi desde el principio hasta unas 200 imágenes antes de pararla. Tampoco tenía nada pero al menos la humedad ambiental había desaparecido y si conseguía secar las lentes podría seguir intentándolo. Me costó casi 1h pero lo conseguí. Había perdido 3h de noche y no me había servido de nada salir pronto de casa, pero no estaba dispuesto a volverme con las manos vacías.
El resultado de las siguientes 3h de fotografía hizo que valiera la pena.
Ya que tenía unas 900 imágenes con ese encuadre, he montado una combinación de todas las Gemínidas que cayeron en esas 3h. Se puede apreciar como los trazos no apuntan todos exactamente hacia el radiante y eso es porque también se desplaza alrededor de la Polar haciendo que el ángulo cambie. Las imágenes que otros publiquen dónde todo parece apuntar a una zona exacta del cielo, ellos verán dónde ponen el límite de la manipulación. No me hubiera costado mucho montarlas girando el ángulo e incluso podría haberlas duplicado y modificado su tamaño para que pareciera que hay muchas más de las que cayeron. Y mejor aún, podría haber cogido una escena de paisaje nocturno perfectamente iluminada y haber montado el cielo a mi antojo. Prefiero no hacerlo o si lo hago lo digo. Otros lo ocultan y además se les premia mientras que si utilizasen la palabra montaje seguramente no obtendrían el mismo nivel de reconocimiento. Si el que otorga el reconocimiento no tiene nivel suficiente para discriminar la realidad de la ficción en una imagen o aplica a ello una ética muy cuestionable se produce lo que se conoce como "refuerzo de la conducta negativa". Luego, que no nos extrañe que salgan fakes de todas partes.
Y siguiendo con la noche...
Y para terminar la jornada, una circumpolar. Aunque me gusta el contraste con la montaña, para este tipo de imagen prefiero algo de iluminación que también destaque partes del paisaje.
Y llegó el día 14 por la tarde. Ya no pretendía salir más pero empecé a ver en algunos medios que comentaban que esa noche sería el máximo y yo pensaba que ya había sido. Así que pensé que podría duplicar o triplicar lo que había obtenido durante la noche anterior en las 3h útiles que saqué. No me lo pensé dos veces y me planté en el mismo lugar. La temperatura era más agradable y no había ni rastro de humedad. Teóricamente iba a estar muy nublado pero sólo pasaban algunos cirros muy finos que apenas molestaban.
Aunque la noche había empezado bastante animada echaba en falta que cayeran en los encuadres algunos bólidos brillantes. Pero también acabaron llegando algunos.
Y como culminación me llevé esta brutalidad que ni si quiera vi caer por estar esa zona en el ángulo ciego del coche. He de decir que la imagen original no es esa ya que el encuadre estaba centrado en la constelación de Orión. Al revisar la cámara y ver el trazo muy reciente hice unas tomas con los mismos parámetros pero incluyendo parte de paisaje y la combinación de ambas es la que muestro.
Y aún quedaba algo de margen para unas cuantas más.
No podían faltar unos cuantos apilados de esa larga noche...
El balance final en cuestiones técnicas es abrumador. De forma parcial y sin contar desplazamientos he dedicado casi 24h en 4 noches en las que he acumulado más de 13.000 disparos en RAW con 2 cámaras sumando más de 288Gb de datos en bruto que tras la edición han ascendido a más de 400Gb. He contabilizado más de 245 estrellas fugaces capturadas cubriendo aproximadamente un 25% de la cúpula celeste y durante las últimas 2 noches llegué a ver más de 100, algunos de ellos bólidos de larga duración y muy brillantes. Parecen pocos pero hay que tener en cuenta que debido a las bajas temperaturas estuve al menos 10 veces más tiempo dentro del coche que observando el cielo. Es sin duda el proyecto foto/videográfico más grande en el que me he visto inmerso y con la mejor parte del material me he permitido el lujo de montar uno de los vídeos más largos que he hecho hasta el momento. Son algo más de 7 minutos pero creo que vale la pena dejarse llevar a pantalla completa.
El próximo año tendremos luna llena el día 14 cosa que hará imposible ver con claridad la lluvia de estrellas a excepción de aquellos bólidos más brillantes pero en 2017 nuevamente tendremos unas condiciones adecuadas para disfrutar de este fenómeno ya que la fase lunar será cuarto creciente siendo el día 18 Luna nueva. Por este motivo se podrá aprovechar la primera parte de la noche y hasta la salida de la Luna bien entrada la madrugada. No obstante ya me estoy planteando una salida durante el primer fin de semana del año 2016 para ver qué tal se comportan las Cuadrántidas, teóricamente muy similares a las Gemínidas. Su observación será posible entre el 1 y el 5 de enero y se espera que el máximo sea el día 3/4. El problema es que esos días la Luna sale a la vez que el radiante y muy cerca del mismo y aunque se encuentre al 30-40% de fase su luz dificultará la observación. No obstante siempre está la opción de aprovechar esa circunstancia para combinar paisaje nocturno y estrellas fugaces. Y aun así, la meteorología tendrá la última palabra.
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