Aunque el título puede resultar llamativo, el resultado no lo fue tanto. Realmente me hacía ilusión, pues tras varios intentos fallidos al fin pude conseguir fotografiar Sprites por primera vez de forma no casual. El problema es que por mucho que leas al respecto se requiere una cierta preparación para conseguirlo y al menos me puedo dar por satisfecho en cuanto a la experiencia que he podido sumar en la materia. La próxima vez tendré más claro cómo tengo que proceder. Aun así eso no es suficiente.
Todavía con un enorme cansancio en el cuerpo por la gran paliza que me había dado entre los días 14 y 18, estuve siguiendo la evolución de varias tormentas que estaban pegando fuerte por la zona de Navarra, La rioja, Pais Vasco y parte de Aragón. Los modelos indicaban que durante la noche podrían producirse grandes acumulados de precipitación por esas zonas y a últimas horas de la tarde, echando un vistazo rápido a algunos mapas convectivos, también habían perspectivas interesantes para la zona de Huesca. Todo estaba bastante a mi favor, así que al anochecer, algo más tarde de lo debido, salí en dirección a Fraga. Conozco la zona de haber estado de caza alguna vez, pero poco más. Lo bueno es que son llanuras desérticas, por lo que difícilmente tendría problemas para encontrar un lugar donde ponerme. Además, dada la naturaleza del fenómeno que pretendía registrar, lo que más necesitaba eran cielos limpios y oscuridad, y las condiciones en la zona eran bastante buenas, al menos en lo referente a la oscuridad.
El viaje se me hizo muy largo ya que fueron algo más de 200km y al final no fue tan sencillo encontrar una ubicación alejada de la NII, carretera muy transitada por camiones. Cualquier luz cercana me impediría forzar la exposición tanto como era necesario. En torno a las 00:30h del día 21 comencé a disparar. Tenía un par de núcleos muy activos a unos 140km de distancia, al Oeste de Zaragoza y de Huesca. Por una parte no me decidía por uno de ellos, y por otra, al no saber exactamente a que ángulo debía orientar la cámara, decidí cubrir el mayor campo posible a la espera de ver algún Sprite y afinar más con el encuadre. Así que óptica a 17mm, máxima abertura f2.8 y dudando entre iso3200 o 6400 acabé disparando a ésta última. La exposición elegida era de 3.2 seg y disparo continuo. Siempre se pierde entre 0.5 y 1 segundo entre disparos, por eso puse una exposición algo larga intentando cubrir también el mayor tiempo posible. Y así dejé el equipo trabajando mientras desde el coche intentaba ver algún Sprite a simple vista.
No vi nada fuera de lo normal, básicamente los destellos de los rayos muy lejanos en la tormenta, hasta que a las 2:20h un destello extraordinariamente intenso me hizo salir del coche corriendo y revisar la cámara. Y ahí estaba. No era gran cosa, pero estaba... Tampoco vi el Sprite propiamente, sólo el destello del "en teoría" rayo CG+ que lo precedió, y además en ese momento ni si quiera estaba mirando hacia la zona, así que lo vi de reojo.
Después cambié de óptica, le metí más zoom tal y como tenía previsto y estuve hasta las 3:20h disparando pero sin más suerte. A esa hora comenzó a salir la luna que, aunque estaba en fase menguante, todavía tenía un 40% de superficie iluminada aportando demasiada luz a la cúpula celeste, lo cual me complicaba mucho el trabajo. Así que, decidí volver.
Según lo que he podido encontrar en diversas fuentes, lo más común para capturar Sprites son exposiciones inferiores a 1 seg, aberturas mayores a la que yo utilizaba y sensibilidad entre 1600 y 6400. También depende del equipo utilizado y de las circunstancias exactas ya que cuanto más cerca se está menos necesario es forzar dichos parámetros.
En este caso, al utilizar una iso tan elevada el resultado se resiente en cuestiones de ruido. Para la próxima vez tengo preparado un 50mm f1.8 que debería permitirme captar más luz sin forzar tanto. Además, el tamaño relativo del Sprite también cambiará al utilizar un nivel de aumento 3 veces superior.
Por otra parte, el tema no consiste en disparar continuamente hasta pillar algo. Yo lo hago así porque le tengo poco aprecio al obturador de la cámara, pero me consta que hay una técnica más sofisticada. Se trata de ver los Sprites y calcular el tiempo entre ellos. Al parecer, los Sprites se generan a intervalos de tiempo más o menos repetitivos. De ahí que, si se consigue establecer un tiempo aproximado, se puede programar la cámara en ráfaga y disparar desde unos segundos antes del instante en que se prevé la aparición del Sprite hasta llenar el buffer. El disparo en ráfaga tiene la ventaja de que, mientras el buffer no está lleno, el tiempo entre foto y foto es de milisegundos. Mucho menor que en el caso de disparo continuo.
En fin, una entrada bastante técnica con poco material fotográfico. La verdad es que me esperaba más después de 2039 disparos y 400km entre ida y vuelta.
La complejidad del fenómeno exige ciertos sacrificios y espero poder mostrar mejores resultados en futuras ocasiones.
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