Siempre me gusta comenzar con una pequeña introducción a lo que ha dado de si la situación a exponer, pero en esta ocasión no encuentro las palabras. Todas se quedan cortas. Como fotógrafo de rayos nocturnos ha sido sin duda la experiencia más impresionante que he vivido hasta el momento, y aunque no hace ni 2 años que me dedico de una forma más entregada a esta actividad, algunos datos son suficientemente contundentes para darse cuenta de la excepcionalidad del evento. Más de 38.000 rayos fueron detectados en Cataluña durante el fin de semana, y eso sin contar las tormentas del lunes, martes y miércoles.
En este caso la situación comienza el día 14 por la tarde con el seguimiento de las tormentas que afectaban a las comarcas del Norte de Barcelona y Lleida desplazándose hacia el E-SE. Una granizada corta pero intensa con piedras que superaban los 2cm ya daba señales de que la situación sería de categoría.
Puesto que la previsión situaba núcleos tormentosos saliendo por la costa de Barcelona y Girona al anochecer, me desplacé a Blanes para intentar cazar rayos nocturnos. Al llegar allí, todavía con algo de luz ambiental, la tormenta se disparó y al precipitación y el viento me imposibilitaron sacar la cámara. A las 22:05h las condiciones mejoraron y entre las 22:08h y las 22:17 pude sacar algo. Al estar en un sitio elevado el peligro era excesivo para mi gusto, pero el poco material que pude pillar valió la pena.
Poco después de esto la tormenta dejó de generar descargas y una densa niebla lo cubrió todo. Así que tras secar brevemente el equipo me dispuse a volver a casa pensando que la noche no daría mucho más de sí. Y me equivocaba. A mitad de camino unas impresionantes descargas entre Blanes y Barcelona en la reactivación de un núcleo muy potente me hicieron buscar precipitadamente una nueva ubicación. Desgraciadamente estaba en la autopista y era imposible parar así que decidí llegar a Arenys de Mar e intentarlo en un mirador que conozco allí. Al llegar, la zona de la tormenta estaba dejando tal intensidad de precipitación que los rayos no quedaban nada fotogénicos. He podido rescatar algo de material, pero si hubiera llegado media hora antes el resultado hubiese sido más parecido a lo de Blanes...
Y así terminaba esta parte del episodio. Llegando a casa sobre la 1:30h, cargando baterías, volcando tarjetas de memoria. Es un detalle importante ya que un par de horas más tarde estaría inmerso en una de las tormentas más potentes que recuerdo. Episodio 2...
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