Para empezar, he de definir la noche como una de las más increíbles que he podido experimentar. Pero no sólo eso. Durante un buen rato, difícil de precisar, también viví la experiencia más peligrosa desde que me dedico a fotografiar tormentas.
La sesión comienza por la zona de Sant Guim de Freixanet. Es una ubicación que todavía no me ha dado los resultados que busco (impacto de rayos sobre aerogeneradores) pero que por su situación es un lugar que suelo frecuentar. Es una zona elevada pero de perfil bastante plano. a mitad de camino entre Barcelona y Lleida, y muy cercana a la autovía. En este caso acabé en este lugar por motivos de planificación. Aunque pretendía moverme por la zona de Lleida, sobre las 16h había un par de núcleos tormentosos activos hacia el N-NO con tendencia a desplazarse al Este. Tenía muy buena pinta y comencé a disparar a intervalos pensando en un timelapse. 1055 fotos después, sobre las 17:50h, decido recoger y moverme hacia Lleida. El yunque de la tormenta del N-NO se había hecho tan extenso que ya no valía la pena seguir. La parte más explosiva de la tormenta ya la tenía. Además, me llegaban informaciones de que por la zona de Zaragoza había algunos cazatormentas y parecía que al anochecer podría tener algo por la zona oriental de la provincia aragonesa.
Con toda la calma del mundo llego a Lleida y me desvío hacia Alguaire, al Norte de la ciudad. Como aun no eran las 20h y quedaba más de una hora de luz decidí investigar la zona ya que al pasar por la autovía siempre me habían intrigado unas montañas que podrían darme muy buena visibilidad si conseguía encontrar un acceso a sus cumbres. Se me pasó el tiempo volando mientras investigaba la zona pero no conseguí encontrar ningún acceso. Todo eran fincas privadas y caminos particulares cerrados con cadena. Di tantas vueltas que llegué a perderme entre caminos, fincas y canales de riego. Cuando al fin pude volver a la red principal de carreteras me di cuenta de que al Oeste se había desarrollado una pequeña tormenta, pero muy bonita y aislada. Al principio no le di mucha importancia pero a medida que me acercaba comenzó a descender la cortina de precipitación. El sol estaba bastante cerca y los tonos de la tarde le daban un aspecto muy inusual. Como no encontraba una ubicación buena para intentar un timelapse me iba desplazando hasta llegar a Almacelles. La luz ya había perdido tonalidades y el chubasco se había debilitado y desplazado al Sur. No parecía gran cosa así que lo dejé pasar mientras consultaba las últimas previsiones y radares. El Pirineo y pre Pirineo estaban sumidos en un sistema tormentoso multicelular espectacular. Por AM no es que se escuchasen las distorsiones de las descargas, es que era un petardeo constante. También continuaba habiendo movimiento al Oeste, por la zona de Zaragoza. Reconozco que la situación no era nada ilusionante. Parecía que el frente no quisiera avanzar hacia mí y todos los focos tormentosos que se formaban cogían una deriva hacia el NE quedando a más de 80km de distancia como mínimo. Con la caída de la luz pude empezar a disparar con la cámara intentando pillar los primeros rayos pero me quedaba todo demasiado lejano. El mínimo optimismo que me quedaba estaba puesto en unos pequeños cúmulos que se estaban desarrollando por donde comenzó a descargar el chubasco del atardecer. La Luna me permitía ver bien esa zona. Mientras caía la noche estuve grabando algo de vídeo hacia el Pirineo de Huesca pero entonces la situación cambió. Uno de los núcleos tormentosos que subían hacia el Pirineo se desvió directamente hacia mi posición. Estaba en el sitio perfecto aunque aún no veía rayos ni destellos. Sólo me guiaba por el radar. Y ZAS!! Sobre las 21:20h pillo el primer rayo.
Increíble. Antes de las 22:30h ya tenía suficiente material para un reportaje. Cuando consigo un número razonable de fotos aceptables suelo quitarme presión y es cuando más disfruto e intento cosas nuevas y más creativas. En cualquier caso tenía bastantes imágenes y además el timelapse de todo este rato. También incluyo en el montaje la parte de timelapse de media tarde...
Y entonces pasaron muchas cosas en poco rato. Ese núcleo que venía directo hacia mí se desvió hacia el Norte y perdió intensidad. Me iba a esquivar, aunque bastante más cerca que los anteriores. Por otra parte, los cúmulos que tenía casi encima, un poco al sur, se habían desarrollado mucho y además la cortina de precipitación se había hecho muy intensa y comenzaba a canalizar algunos rayos. El problema es que hacia esa zona no tenía buena visibilidad. Debía moverme hasta la salida anterior de la autovía, desde donde tendría mejor encuadre. Y para terminar de completar el panorama me doy cuenta de que una de las SD de 32Gb tenía unos 500 archivos de otra noche y entre eso y el material nuevo, otras 700 imágenes, se había llenado la tarjeta. Perdí un tiempo muy valioso borrando una a una las 500 imágenes viejas mientras por un lado se alejaba la tormenta del Oeste y la del Sur se me iba hacia el Este. Creo que tardé muy poco en liberar espacio en la tarjeta, pero se me hizo eterno. En cuanto pude me moví hacia el otro punto de la autovía y puse las cámaras. No saqué gran cosa antes de que la lluvia, con unas gotas gordísimas, se me tirase encima.
Cuando irremediablemente tuve que recoger tenía 2 opciones. O esperar a que pasase la lluvia asumiendo el riesgo de que la cortina de precipitación no me dejase ver las descargas desde la parte posterior, o tratar de anticiparme y esperar a que se convirtiese en un monstruo y así poder cazarla desde delante al aproximarse a mi nueva posición. Opté por lo segundo. Autovía A22 hacia Lleida, unos 10km y luego A2 hacia Barcelona. Pretendía ponerme en Sidamon siguiendo el mismo plan que el 2 de agosto. Pues moraleja: no hay 2 situaciones iguales. Llegando a Lleida comencé a mosquearme ya que apenas me habían caído unas cuantas gotas y la apariencia de la cortina de precipitación me decía que debería haber caído mucho más. De hecho, el momento en que más me llovió era mientras recogía la cámara en Almacelles. Después en dirección a Barcelona me cayó algo más, poca cosa, pero lo justo para evitar que parase en Sidamon y decidiese ir hasta el Pilar de Almenara, en Agramunt, una torre medieval desde la que se divisa casi toda la plana de Lleida. Prácticamente no veía actividad eléctrica. Excepcionalmente cayó algún rayo espectacular pero ya en la fase final de la tormenta. Al llegar a Agramunt pude comprobar que el error había sido monumental. Justo por la zona Oeste de Almacelles se estaba liando muy muy gorda, con mucha actividad y reflectividades altísimas en el radar. Y todo se había desarrollado en el rato que estuve circulando. Y aún peor, la tormenta que debía llegar a mi tras conseguir ponerme delante ya se había deshecho. Pocas veces el drama es tan grande. El único consuelo era el material que ya llevaba, pero no me quitaba de la cabeza lo que me estaba perdiendo. No había tiempo de volver... Pasaban unos minutos de la media noche y me puse a investigar un poco la zona de la torre. Dejé la cámara capturando hacia donde se veían los lejanos destellos mientras analizaba la situación. Estaba ya en menos del 10% de batería del móvil y tenía el coche a unos 200m. Poco a poco se fue cubriendo el cielo y de vez en cuando se podía ver como algunos desarrollos llevaban buena dinámica. A las 00:30 vuelvo al coche y me meto por un camino esperando encontrar algún sitio para poder poner la cámara sin necesidad de alejarme mucho del coche. Empezaba a ponerse muy interesante. Pues ni me dio tiempo de planteármelo. A los pocos metros de coger el camino salta una descarga bastante cerca. El radar mostraba varios focos de precipitación débil, inconexos pero muy cercanos. Me paré lo antes que pude y saqué las cámaras. Sabía a qué me estaba exponiendo ya que los rayos comenzaban a ser más constantes y próximos, y todo apuntaba directo hacia mí.
No era gran cosa, pero era la primera tormenta que pillaba desde esa zona y mi optimismo había dado un cambio radical. Sólo había podido tener las cámaras 10 minutos, desde las 00:57h hasta las 01:07h. Nuevamente en el coche me cae un diluvio impresionante. Estaba atravesado en medio del camino disfrutando del espectáculo. La precipitación era tan intensa que con todas las luces del coche encendidas no veía nada a mí alrededor. Otros 10 minutos más tarde todo había pasado. La forma de dejar de llover fue como pasar de la noche al día en 15 segundos, muy típico de las tormentas de verano. Me cayeron algunos granizos pero me esperaba algo más. En cualquier caso estaba medio salvando el error de la noche y lo mejor estaba por llegar. En el radar veía como una enorme masa de precipitación con mucha actividad se había desarrollado en la zona de El Maestrazgo y se movía hacia el NE, como la mayoría de tormentas gordas que había al anochecer. La envergadura que tenía me hacía pensar que llegaría aun con fuerza pese a que todavía estaba muy lejos. No obstante, soy muy escéptico respecto al material que se puede obtener de este tipo de sistemas ya que muchas veces la precipitación tapa las descargas y además, en su mayoría suelen ser intranube. Así que volví al parking de la torre de Agramunt y recorrí los 200m que me separan de la torre con todo el equipo, 2 trípodes y mochila llena.
Pequeño paréntesis para hacer una breve descripción de la torre ya que será de utilidad más adelante. Se trata de un cilindro de 15m de altura y 7 de diámetro con paredes de piedra que superan los 2m de grosor en su base. La entrada está a unos 6 metros de altura a la que se accede desde una escalera exterior que va rodeando la torre. Al entrar encontramos una plataforma circular de rejilla cuadrada de acero que permite ver el foso interior, de unos 10m de profundidad. Justo delante de la entrada hay un tramo de escaleras vertical, de acero, que da acceso al segundo nivel. En este caso el suelo es de bóveda igual que el nivel superior al que se accede por otro tramo de escaleras vertical. Estuve un rato pensando como subir y bajar fácilmente a los niveles superiores ya que el paso de uno a otro es muy angosto y no cabía con la mochila de la cámara y tampoco es fácil subir por una escalera vertical con un trípode o cualquier otra cosa en las manos. Mientras tanto el tiempo iba pasando y puse una cámara en el primer nivel para comenzar a captar la aproximación de la tormenta.
Aunque desde la parte superior la vista está limpia a 360º no era el lugar más práctico para bajar rápido si hiciese falta. Además el viento estaba azotando a base de bien. Así que acabé poniendo las dos cámaras abajo, en el tramo de escaleras exterior. Así tenía todo bajo control y además, con la tormenta viniendo del SO, la posición de la escalera de acceso al primer nivel me permitía tener una visibilidad perfecta hacia el Sur y Oeste que era donde estaba la zona de interés.
Lo que sucedió en los siguientes 90 min, entre la 1:45h y las 3:15, se explica mejor con la ayuda de las imágenes.
Primero el acercamiento de la tormenta, con unas "barbas" muy sugerentes. Descargas muy potentes con hasta 6 o 7 "return strokes". Una locura.
Una visión más amplia de la tormenta dejaba pocas dudas acerca de su potencia.
Y viendo que las descargas quedaban muy limpias en la parte delantera comencé a meterle zoom hacia esa zona. Incluso llegué a excederme en algunos casos, pero valía la pena.
El espectáculo era dantesco. Una especie de brazo de esa tormenta comenzaba a mostrar una tendencia de propagación hacia mí. Parecía que quisiese desarrollarse un "Storm Splitting" con el "derecho apuntando hacia mí. Según se acercaba esa masa de precipitación y los rayos, los pueblos que tenía al O - SO se iban apagando. Incluso comenzaron a aparecer algunos incendios en ciertos puntos de impacto de rayos... Demasiados frentes abiertos. Me faltaban cámaras para cubrirlo todo. Aun así, la parte del O-NO seguía siendo mi prioridad por la belleza de las descargas de esa zona.
Comenzaba a verse el avance de la masa de precipitación en la zona O-NO...
Puesto que una de las cámaras la tenía casi fija al O-NO, con la otra iba cambiando de zona según me iba pareciendo. En este caso pillé un "return stroke" en la zona del O-SO.
También me permití el lujo de grabar un poco con la cámara de vídeo. El tercer trípode lo tenía en el coche y no iba a ir a por él. Así que sólo grabé unos segundos, lo justo para pillar una descarga y un remanente de plasma, seguramente con alguna consecuencia en algún transformador o subestación eléctrica.
Demasiadas cosas entre manos, así que volví a centrarme en las fotos. El momento era tan tenso que se me olvidó activar el estabilizador, así que el vídeo no es gran cosa. Siguiendo con las fotos... Cada vez tenía más cerca lo del O-SO mientras la zona Norte empezaba a recibir toda la fuerza de la precipitación.
Uno de los momentos curiosos de la noche. Las descargas tenían tantos impactos de retorno que en esta ocasión quedó registrada la primera parte de la descarga con las guías descendentes y varios "returns" (por eso el canal principal de la descarga queda tan brillante) y en la siguiente exposición todavía se llegó a registrar algún "retorno" en este caso sin tantas ramificaciones, pero con una descarga cercana a la izquierda de la escena que hizo que parte del paisaje quedase mucho mejor iluminado. Se nota que soy un freak de estas historias...
Y hacia la zona del Norte ya la apoteosis de la precipitación.
Y quizá era el momento de recoger y salir corriendo de allí. Pero estaba disfrutando tanto que no valoré suficientemente el peligro. Ya casi tenía encima la masa de precipitación del brazo que venía desde el SO.
Aunque tengo alguna imagen más, ya estaba muy movida por el intenso viendo que se había levantado. Llevaba rato con el móvil a punto de apagarse. 4% de batería ponía... Y con el coche lejos no podía dejarlo cargando. Así que no podía consultar radares ni nada aunque no iba a sacar nada en claro que no estuviese viendo ya con mis propios ojos. Así que con la tormenta excesivamente cerca comienzo a recoger. Como puedo saco una cámara de un trípode y me llevo la otra cámara y trípode al interior de la torre. El trípode de fuera tardó medio segundo en salir volando y es un bicho de kilo y medio con la rótula... Suerte que se quedó enganchado en la barandilla. De no ser por eso, no se hubiera salvado de caer de casi 6m. Y en el suelo, rocas o zarzas, a cual peor... Dentro de la torre recojo las 2 cámaras y guardo todo lo que llevaba en los bolsillos dentro de la mochila. Cierro el trípode principal y salgo a fuera a por el otro y me lo encuentro como he dicho, colgando de la barandilla. El viento era apocalíptico. Vuelvo dentro de la torre, lo pliego y con un trípode en cada mano y la mochila en la espalda me pongo a bajar las escaleras. Primeros problemas de estabilidad me obligan a poner ambos trípodes en una mano y utilizar la otra para agarrarme a la barandilla. Pero en cuanto llego al suelo, imposible avanzar. Comenzaban a caer gotas y algunos granizos, más de lo segundo. Y el viento arrastraba polvo, hojas, pequeños granos de arena pero en cantidad y además me venían directamente a la cara. A penas podía abrir los ojos. Pero eso no era lo peor. No conseguía avanzar y vi que era imposible recorrer esos 200m que me separaban del coche. A penas pude andar 3 pasos y me tuve que volver a agarrar a la barandilla de la escalera. Ahí comencé a darme cuenta de que la tormenta me había cazado a mí. La FFD se me había tirado encima y era muy potente. Al menos tenía la torre así que la única opción era volver dentro y esperar que no pasase nada. Al entrar me doy cuenta del peligro. En la planta intermedia no quería estar ya que si caía mucha agua inundaría el suelo y no quería tener los pies mojados por nada del mundo. Así que sólo podía estar en el primer nivel, el de la plataforma de rejilla de acero. Comienzo a buscar indicios de que todos los metales de las escaleras verticales y de la plataforma tienen algún tipo de puesta a tierra. Nada!! Ni un triste trozo de cobre unido al suelo ni ningún otro sistema de seguridad de ningún tipo. En cuestión de segundos ya tenía la precipitación encima y lo único que podía hacer era ponerme en posición de seguridad y esperar a que pasase la tormenta. Estar en uno de los puntos más elevados de la comarca no jugaba a mi favor pero pensaba que si algún rayo conseguía llegar a la plataforma del primer nivel, ya fuese canalizado por los tramos de escalera vertical de acero o por alguna corriente de aire, al menos estaría sobre una zona equipotencial. Es decir, no me enteraría de no ser por el trueno y por la destrucción de cualquier aparato electrónico, tarjetas de memoria... Tampoco tenía muy clara mi teoría y no estaba a salvo de un impacto que pudiese alcanzar otra parte de mi cuerpo para canalizar la descarga. Así que temiendo lo peor cojo el móvil para enviar un par de mensajes comentando mi ubicación y que si no respondo en 45min llamen al 112 y mientras escribía se me apaga... Vamos que, estaba jodido como nunca! Y como tal pasé los siguientes minutos, no sé si 5, 10 o 20. Oía como los truenos caían casi al instante de ver el destello. La torre temblaba con alguno e incluso se oían chasquidos en la escalera vertical tras alguno de los destellos.
Tras ese tiempo indeterminado veo que la cadencia de los rayos es menor y además noto como se va alejando la zona más activa de la tormenta. La precipitación comienza también a aflojar y decido ponerme en pie y echar un vistazo. El viento venía en dirección E-NE igual que la tormenta y por suerte la entrada de la torre estaba orientada al SE, por lo que el viento pasaba de lado. Eso sí, el sonido que producía al impactar con la esquina de la entrada era indescriptible. Cualquier cosa podía haber ahí fuera y yo sin poder verlo. Aun así me pudo la curiosidad y salí de la plataforma para ponerme justo en medio del arco de la entrada. Con casi 2m de muro más bien era un túnel... Y aquí me sucedió lo más impresionante de la noche. De repente noto un escalofrío pero sin la parte de frio. Simplemente notaba como se me erizaba todo el pelo y además tiraba hacia a fuera con cierta fuerza, sobre todo en las piernas. Llevaba pantalón corto y en la parte superior sudadera y capucha por lo que en la cabeza o brazos no lo notaba tanto. Lentamente y dando pasos pequeños retrocedo hacia la plataforma de acero y antes de poner un pie en ella veo como cae a unos 50m frente a mí un rayo en medio de un campo de cereal ya cosechado. Me quedé helado unos instantes y al reaccionar me volví a poner en posición de seguridad. Ya no tenía el pelo erizado y el rayo no fue de los más gordos ni mucho menos, pero fue impresionante. Llegué a ver alguna piedra o pequeño trozo de madera que salía incandescente del punto del impacto. Lástima no haberlo grabado, pero tenía preocupaciones mayores...
Al final la lluvia se detiene casi por completo y los rayos estaban cayendo ya bastante lejanos por lo que decido salir e ir al coche de una santa vez. Prueba superada. Me faltaban esos 200m de terreno arcilloso mojado en desnivel pero iba a llegar al coche como fuese. A medio camino me vuelve a pillar un pequeño chubasco y otro rayo bastante cercano aunque no me pareció tan peligroso como el rato en la torre. Y al fin!!! Consigo llegar al coche, poner el móvil a cargar y respirar tranquilo. Mientras comprobaba que no había daños en las tarjetas de memoria y encendía el móvil pude ver el rastro que había dejado la tormenta. Llegué a contar hasta 10 incendios que pese a la intensa lluvia se mantuvieron activos. Comenzaban a movilizarse policía y bomberos por la llanura. Miré al cielo y respiré aliviado mientras las últimas gotas finas se acumulaban en mi cara. Es de esos momentos en que uno se reencuentra con sigo mismo. Seguidamente, al tiempo que la tormenta se alejaba hacia el Norte cada vez menos activa, aún intenté pillar algún rayo más pero sin éxito. Vi 3 o 4 anvil crowlers muy impresionantes y poco más. Ya se podía afirmar que la tormenta estaba colapsando. En este caso los vientos en altura propagaban el yunque de la tormenta hacia atrás y la lluvia estratificada no me lo puso fácil. Estos intentos los hice pasadas las 3:50h y ya comenzaba a estar muy cansado. La descarga de adrenalina comenzaba a hacer estragos. Era el momento de volver tranquilamente a casa. Aún tenía por delante unos 140km.
Poco después de salir de Agramunt, llegando a la autovía, comienzo a ver destellos hacia el Sur. Por la distancia parecía que estaban en el litoral de Tarragona, muy lejos para mi, pero si esa tormenta se desplazaba igual que la mayoría de tormentas de la tarde podría tener la enésima oportunidad. El objetivo era La Panadella, de nuevo, ya que había empezado la caza por la tarde en esa zona. Volvía imaginándome rayos impactando en el parque eólico o en el edificio del radar meteorológico... Se me hacía la boca agua y volvía a estar a tope.
Al llegar consigo una buena ubicación y las descargas eran bastante buenas, pero aún estaba muy lejos y el radar me daba malas noticias. En este caso la tormenta se estaba moviendo siguiendo la línea de la costa. Las montañas del litoral y pre litoral impedían que diese el salto hacia el interior así que hice lo que pude desde donde estaba. Aun así el material tampoco fue malo. Con una decisión más agresiva que me hubiera acercado más, seguramente hubiera obtenido resultados espectaculares. No paraba de pensar que se podía estar produciendo alguna manga marina frente a la costa de Tarragona - Sur de Barcelona, y nunca lo sabré. Al menos el radar daba ciertos indicios.
Más o menos estuve desde las 5:30h hasta las 6:30h. Es increíble cómo se pierde la noción del tiempo. Siempre que redacto los reportajes voy comprobando las horas con los archivos fotográficos y muchas veces me cuesta creer que las cosas se correspondan. En este caso no pensaba que hubiera estado más de 15min. Lo cierto es que actualizas mapas, pones una cámara, la otra, vas comprobando encuadres,... Al final haces tantas cosas que el tiempo se va volando.
Por lo general es muy difícil pedirle más a una caza de tormentas. Y menos con el riesgo vivido. Con llegar entero a casa ya era suficiente premio, o al menos eso pensaba mientras estaba en la torre en plena tempestad. Luego, una vez a salvo, siempre quieres más y mejor... Y de hecho con estas reflexiones iba volviendo a casa. Seguía escuchando por AM como la tormenta seguía activa casi hasta llegar a Molins de Rei, cuando dejé de escuchar rayos. Esperaba un caos circulatorio típico de las lluvias en hora punta pero siendo la primera semana de septiembre (colegios cerrados y bastante gente de vacaciones todavía) aún se podía circular bien. Llegando a la zona del puerto me da por mirar el retrovisor y... la leche!!! Un pedazo de arcoíris doble perfectamente formado. No hay muchos sitios para pillarlo así que lo único que podía hacer era subir a Montjuic. Tampoco tenía mucho tiempo ya que suelen ser muy efímeros pero en este caso aguantó y lo pude pillar.
Y esto es todo. Un pequeño montaje con la suma de dos exposiciones de la parte en la que más estaba disfrutando en la torre, mirando hacia el O-NO.
Como ya he dicho, poco más se le puede pedir a una noche. Emociones fuertes, mucho material y algunos rayos de los buenos, de los que da gusto pillar. Sin duda una de las 3 mejores cazas del año junto con la de El Pueyo el 25 de julio y la madrugada el 15 de junio en Barcelona. Ojalá todas fuesen como esas 3 aunque puedo prever que de ser así difícilmente llegaría a la edad de jubilación.
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