Complicadísima noche de caza de tormentas, no por la complejidad de la situación sino por las horas a las que se esperaba.
Algunos modelos apuntaban la posibilidad de que se empezase a formar alguna tormenta por la costa del Sur de Tarragona a partir de las 3 de la madrugada. Otros retrasaban el inicio de las tormentas hasta las 5. No es una situación que me guste especialmente ya que la "ventana" de tiempo hasta el amanecer es reducida, sobre todo si el inicio era a las 5, pero a veces hay sorpresas y las cosas se adelantan más de lo previsto. Por otra parte, existían otros incentivos para no quedarse en casa. Los índices que analizan la posibilidad de mangas marinas o eventos tornádicos eran bastante elevados.
Estuve siguiendo la situación desde casa con las últimas actualizaciones disponibles pero pasada la media noche no aguanté más. Quería acercarme a Sitges para estar en buena disposición de desplazarme rápido a Tarragona. La espera fue larga pero al final llegó. A las 3 comenzaban a aparecer algunas trazas de precipitación en el radar y a las 4 la actividad ya era visible a lo lejos. Aunque sabía que tenía que haber ido al delta del Ebro directamente, no me apetecía recorrer esa distancia sin tenerlo totalmente claro. Siempre he tenido dificultades para conseguir buenos resultados en esa zona. Y en el momento en el que estaba no podía hacer mucho más que esperar. Al fin y al cabo la zona de tormentas se movía hacia el NE paralela a la costa, así que era cuestión de esperar a que estuviera suficientemente cerca.
Cuando parecía que las tormentas entrarían un poco por el interior todo comenzó a desmadrarse sobre el mar. El mirador dónde me encontraba no era la mejor opción pero tenía otro cerca, a 5 minutos, y no me lo pensé. Poco después, sobre las 4:40h, empezaba a obtener los primeros rayos.
Cada vez quedaban más difusos por la intensidad de la precipitación. Hacia el mar se empezaban a activar nuevos núcleos tormentosos y poco a poco se iban uniendo a los que estaban barriendo la costa de Tarragona de S a N.
Comencé a apuntar hacia el mar pero los rayos no caían por una zona concreta. No hacía más que cambiar de encuadre y al final conseguí alguna imagen.
La tormenta iba adquiriendo cada vez más organización y empezaba a dar síntomas de severidad.
Lástima de ese rayo que hubiera sido espectacular si no se sale de encuadre. Creo que impactó en la chimenea de la central térmica de Cubelles, la que se ve en las primeras imágenes de este reportaje, porque en imágenes posteriores no se ven las balizas luminosas. Quizá tuvieron algún problema.
La otra cámara, que estaba apuntando hacia el mar, seguía sin pillar gran cosa. Me pilló de espaldas cuando una potente descarga impactó muy cerca. Al girarme todavía vi parte del plasma enfriándose. La cámara capturó otra descarga lejana pero se aprecian en primer plano las ramificaciones del que me cayó cerca, a menos de 500m.
A partir de ese momento empezaron a caer varios en el encuadre y con mayor frecuencia que antes. Mientras tanto la tormenta iba adquiriendo la suavidad en los pliegues típica de una fuerte rotación.
Al final me la estaba jugando demasiado. Los rayos caían por cualquier parte la lluvia era muy intensa. No tenía nada destacable pero tampoco había alternativa. Casi eran las 6 cuando disparé la última imagen. Al consultar el radar vi que la precipitación daba un giro hacia el Este para alejarse de la costa mar adentro. Era la oportunidad de buscar una ubicación con mejores vistas al mar, sobre todo hacia el Norte, con la esperanza de que al dejar de llover quedase todavía algo de oscuridad para intentar los últimos rayos de la noche. Desgraciadamente ya iba muy justo de tiempo. Un amigo que vive cerca de dónde estaba se acercó a ver cómo iba la noche y a eso de las 6:25h pude volver a sacar las cámaras hasta las 6:35h, que las paré por exceso de luz y falta de resultados. Un par de imágenes hacia el "monstruo" que ya se alejaba hacia Baleares y las vistas al Norte con algo de nueva convección.
A partir de aquí viene el momentazo de la noche, o de la mañana. Mientras realizaba las últimas exposiciones aparece un individuo. Hay que matizar que estaba en un mirador de la C31 bastante escondido. (AQUÍ) Se para junto a mí, ve las cámaras disparando y me pregunta si hablo francés. Hubiera estado bien pero no. Inglés? Le pregunto, y me niega con la cabeza. Lástima. Tras una pausa me pregunta si soy cazatormentas y le respondo que sí, más o menos. Tras esto el individuo se va. Mi colega, conocedor de los robos que hay en los aparcamientos de la C31, va tras el para ver sus intenciones y baja al poco rato diciendo que lo ha visto con una cámara o algo así, y que estaba solo. No había que preocuparse, sería un turista más.
Pues cual es mi asombro cuando vuelve a bajar con un portátil entre sus brazos y me enseña el radar de AEMET. Luego me empieza a hablar del 31 de julio y me enseña algunas fotos. Vaya, me sonaban mucho esas imágenes... Resulta que habíamos estado muy cerca en la caza de tormentas de Zaragoza y empezamos a hablar del intento de tornado que hubo y a rememorar momentos del resto de la jornada. También comentamos algo de modelos y sobre los planes que teníamos para las inmediatas horas. El mío era dormir, pero él comenzó a ver desarrollos interesantes frente a Tarragona y decidió poner rumbo hacia allí. Ya eran las 7:30h. Una pedazo de hora compartiendo experiencias con otro cazatormentas. Me faltó hacerme una foto con un apretón de manos para formalizar el convenio de colaboración ibero-galo entre cazatormentas. Lo que si le pedí el nombre ya que en anteriores encuentros no lo hice y luego te vuelves loco para encontrar el contacto. Pues menudo crack!! Me sacó una tarjeta de visita con su web... Tremendo. Voy a tener que seguir su ejemplo.
Su nombre es Frédéríc Couzinier y su web: http://www.couzinier-photos.book.fr/galeries/lumieres-d-orages/
También enlazo a su facebook donde tiene algunas imágenes de las tormentas del 31 de julio ya que todavía no están en su web: https://www.facebook.com/frederic.couzinier
Y a partir de aquí poco más por mi parte. De regreso a Barcelona me metí por la playa de Castelldefels ya que habían algunos congestus creciendo rápido y no hubiera sido raro que se escapase algo hacia abajo. Pero no llegué a ver nada y llegando a Gavá lo di por terminado.
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